Hay momentos del día cuando voy caminando, platico conmigo
mismo, me hablo y me respondo cuestiones que me inquietan, y entre la
conversación, se ocurre algo que creo que es digno de escribirse, pero, es solo
una frase que quedará en el olvido, no tengo la capacidad te transformarla en
letras.
Esta cuestión hace que me pregunte ¿los pensamientos que
tenemos y no escribimos van a algún lugar? ¿sí sólo se han pensado están en
algún lugar oculto de la memoria, en una conexión de neuronas débil que con el
transcurso del tiempo se borrará? ¿sí se
ha dicho y las palabras han salido de mi boca, será que el viento se las lleva
y susurra en los oídos atentos?, ojalá que el viento se las lleve y con ello
recorran el mundo mis palabras, y un día la persona por quién pensé y dije esa
frase tenga los oídos atentos, y el viento le susurre mis palabras
No hay comentarios:
Publicar un comentario